La Spirulina es una microalga que contiene un alto contenido proteico, ácidos grasos esenciales, minerales y vitaminas. Es un cultivo ideal para zonas desérticas y más aún donde el agua es alcalina.

Spirulina con Moringa.

• Destacable por su contenido de vitamina E, hierro, calcio, fósforo y betacaroteno
• Poderoso antioxidante precursor de la vitamina A, que protege al organismo de los procesos oxidativos.
• Tiene efecto saciante, debido a los mucílagos y a su alto contenido en proteínas.
• Proporciona una elevada carga de nutrientes al organismo proteínas.
• La espirulina es excelente para controlar los niveles de inflamación, así como ayudante en el desarrollo cognitivo y el mantenimiento de nuestra salud cerebral y del sistema nervioso.
• Funciones neuroprotectoras para tratar y prevenir enfermedades relacionadas con el sistema cognitivo, como pueden ser el Parkinson o el Alzheimer.
• Gracias al aporte de ácidos grasos esenciales, cuida de la salud cardiovascular, mejora los perfiles lipídicos tales como las tasas de colesterol y triglicéridos.
• Impide la unión de plaquetas que son responsables de los trombos. Se toma en cuenta como medida preventiva en la trombosis
• Ayuda a potenciar las funciones del sistema inmune, pues eleva las cifras de glóbulos blancos en sangre y también potencia la función de unas células llamadas Natural Killer (NK) que tienen como objeto principal la destrucción de células cancerígenas.
• También se ha demostrado que la espirulina protege al organismo del daño renal causado por el uso de fármacos en la quimioterapia.
• Nos ayuda a cuidar nuestra vista gracias a su aporte en Xantina, un pigmento amarillo que protege a las células de la retina.
• Tiene efecto antiviral, y puede ayudar a personas que sean portadoras de algunos virus.

Se recomienda consumir de 2 a 3 cápsulas de Spirulina con Moringa Cápsulas 30 minutos antes de los alimentos. El uso de Espirulina está contraindicado en casos de hiperuricemia.